Futbol negocio...NO!

No vamos a descubrir nada si afirmamos que el futbolista en España es un privilegiado. Por lo económico, lo laboral y lo social. Ganan mucho, trabajan lo justo y el reconocimiento de la sociedad es, como mínimo, abrumador.

Pero no todo es de color de rosa. El mundo del fútbol es un mundo aparte, de una burbuja que algún día explotará, pero en la que la mayoría de sus habitantes no son unos privilegiados. Hay demasiado futbolista, incluso de Primera división, a los que les deben varias mensualidades. Hay jugadores, de Segunda división y hasta Segunda B, que están en procesos judiciales contra sus ex equipos.

Y dejamos de lado, evidentemente, el submundo del fútbol más humilde, en el que hay más problemas económicos que éxitos deportivos. Nos tenemos que replantear, como en casi todos los terrenos de nuestra vida, el actual modelo.

Un modelo en el que las televisiones son las que tienen la última palabra; una estructura en la que se mueven muchísimos millones de euros, pero en la que no hay un reparto equitativo; una burbuja que alimenta deudas monstruosas y sueldos que no se corresponden con la actual coyuntura económica.

Algún día tendremos que dejar de escuchar esos sueldos astronómicos. Llegará un momento en el que las televisiones ya no darán tanto de sí y en el que el fútbol se tendrá que equiparar con la realidad de los negocios en plena época de crisis.

El futbolista es el protagonista, pero aún siendo el eje central del espectáculo no tiene nada que decir ante los abusos de los de siempre; ¿se fabrica un nuevo balón para el Mundial? Pues no se va a consultar ni con los jugadores (incluidos los porteros, que luego siempre tienen una coartada). ¿Para qué?

El fútbol del siglo XXI sigue teniendo las mismas reglas que aquel deporte que inventaron los ingleses en el siglo XIX. La tecnología es un tema tabú y los dirigentes, que no son los protagonistas del espectáculo (algunos se olvidan de que esto es un deporte convertido en espectáculo de masas), siguen siendo los grandes beneficiados.

Si no pagan, pues a la huelga. La Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) no protegerá a los Messi y Cristiano Ronaldo, ya que no lo necesitan; defenderá a lo más humildes y a los que llevan meses jugando sin cobrar.

Sí, son unos privilegiados, pero quieren cobrar lo que es suyo. Y se cuentan con los dedos de la mano los equipos que están al día. No nos olvidemos del crédito que pidió el Barcelona para pagar las nóminas atrasadas.

Y de la Qatar Foundation, que ha venido al rescate. El jardín no está lleno de rosas; hay muchas malas hierbas por arrancar.